10 consejos para aislar tu casa del calor de esta próxima primavera

La primavera está a la vuelta de la esquina y eso significa que nuestro hogar tendrá los efectos del calor insoportable. Cuando llegan estas fechas sufrimos en nuestro cuerpo lo que implica tener un hogar mal aislado o con problemas de ventilación y refrigeración. Tanto si tu casa es un horno como si tu si tu recibo de luz se dispara con el aire acondicionado, estos consejos te vendrán de maravilla para evitar esos calores intensos.

1. Ventanas con doble acristalamiento

Las ventanas son parte del edificio donde se registran más pérdidas energéticas, así que el doble acristalamiento será un buen aliado para el confort térmico de la vivienda. También ayudan considerablemente la utilización de vidrios que tienen baja transmisión térmica y bajo factor solar (relación entre la energía que entra en una sala a través del cristal y la energía solar que incide en la superficie exterior de dicho vidrio perpendicularmente), o perfiles de ventana con rotura de puente térmico. Por otro lado, comprueba las tiras de los cierres en las ventanas porque se deterioran con el tiempo. Si se despegan fácilmente o puedes sentir el viento pasar por la ventana cerrada, posiblemente necesitan un recambio. Tu mismo puedes cambiarlas si las retiras con agua caliente y limpias bien antes de poner las nuevas. Evita en la medida de lo posible la insolación directa sobre los cristales. Las persianas o toldos exteriores también te ayudarán a mantener la vivienda aislada.

Ventanas con doble acristalamiento

2. Ventila por las mañanas y por las noches

Ventila por las mañanas y por las noches, cuando bajan las temperaturas. También es recomendable ventilar durante el día si tu vivienda dispone de ventilación cruzada, que básicamente consiste en la ventilación natural de la casa generando corrientes naturales al abrir al mismo tiempo ventanas opuestas. Eso sí, pon mucha atención a la dirección predominante de los vientos y en qué fachadas da el sol para evitar que el aire que entra sea más cálido que el que sale.

Ventilación en el día y noche

3. Aísla el suelo

Los suelos son una fuente de pérdida energética en los edificios que puede alcanzar fácilmente valores del 15% especialmente aquellos en contacto con el terreno, con el exterior o con locales sin calefacción, como garajes o almacenes. Existen materiales que, en una rehabilitación, ayudan a mejorar el aislamiento de los suelos como los suelos secos que incorporan aislamiento térmico en sus placas reduciendo considerablemente las pérdidas energéticas. Su colocación se hace de forma rápida y sencilla sin necesidad de tiempos de secado en su instalación, como su nombre indica.

Otra posibilidad son los suelos sobre elevados, que crean una cámara de aire que actúa como aislante térmico. También son cómodos de instalar porque suelen consistir en placas modulares, lo que permite intercambiarlas fácilmente. Aunque es una solución más frecuente en oficinas o locales, cada vez se está instalando en más viviendas, siempre y cuando la altura libre de las mismas lo permitan, en función de los límites mínimos que establezca la normativa urbanística de la zona.

Asilamiento del suelo

4. Utiliza burletes en las puertas

Las puertas también ejercen de aislantes entre diferentes departamentos de la vivienda y hacia el exterior. Mejorarás notablemente su rendimiento si ajustas su cierre a través de burletes, unas tiras flexibles de material aislante que puedes instalar tú mismo. Son bastantes económicas y dan buenos resultados. Es importante que la puerta principal de la vivienda tenga propiedades aislantes, especialmente si da directamente al exterior.

Sobre las puertas del interior, el criterio de mantenerlas abiertas o cerradas tiene sus pros y contras, por lo que no será fácil tener un protocolo general de actuación. Un salto térmico amplio entre diferentes zonas, entre salas o habitaciones, es muy incómodo y poco saludable. Con esta premisa como base, si solo hay aire acondicionado en el salón, por ejemplo, puede interesar tener las puertas abiertas mientras que si son varias las salas refrigeradas puede convenir cerrarlas para independizar las diferentes necesidades.

Burletes en puertas

5. Minimiza el uso de luces y electrodomésticos

No es recomendable encender luces para evitar la penumbra provocada por un excesivo celo a la hora de impedir el acceso del sol a través de las ventanas. No solo estarás emitiendo más calor sino que además tendrás que pagar más en el recibo de la luz. Deja que la luz se cuele lo suficiente por las rendijas de las persianas. Puedes abrir las cortinas interiores, porque no son buenos aislantes e impiden el paso de la luz. Si tienes lámparas de varias bombillas, puedes quitar alguna o encender sólo las lámparas de mesa. La mejor solución técnica puede ser un sistema de aprovechamiento de luz natural que regule el nivel de iluminación en función del aporte de luz natural. Los electrodomésticos también emiten calor. Especialmente en el horno, el lavavajillas, la lavadora o la secadora. Es mejor si los utilizas en las horas de menor temperatura atmosférica y cuando no tengas que quedarte en la cocina. Utilizar electrodomésticos altamente eficientes energéticamente favorece el ahorro.

Uso moderado de luz energetica

6. Manten el aire acondicionado

El uso adecuado del aire acondicionado puede acarrear un ahorro de hasta el 30% en el recibo eléctrico. Mantén una temperatura entorno a los 26°. Por cada grado de frío, el gasto energético se dispara entre un 6 y un 8%. En casa, lleva ropa ligera.

El mantenimiento de la instalación también es importante. El polvo u objetos extraños en los filtros y salidas de aire empeoran el rendimiento del equipo. A partir de ocho-diez años, deberías ir pensando en renovarlo si observas que el rendimiento del mismo disminuye claramente.

Uso de aire acondicionado

7. Optimiza el uso de agua caliente

En verano es habitual que se reduzca el consumo de agua caliente, especialmente en la ducha. Aun así, es inevitable que para algunas tareas del hogar como lavar platos, poner lavadoras o lavavajillas se utilice el agua caliente. Esto puede hacer que, si las tuberías de la casa son antiguas o están mal aisladas, aumente la temperatura interior debido al recalentamiento que se produce con el paso del agua caliente por las conducciones.

Un buen sistema de aislamiento en la red de tuberías no solo ayuda a mantener la temperatura deseada, sino que permite un uso más eficiente de la energía, pues se desperdicia menos energía calorífica, lo que puede suponer un ahorro que también interese considerar. Por otro lado, el uso de la energía solar para producir agua caliente sanitaria produce unas inversiones o gastos iniciales que se recuperan a corto plazo.

Uso moderado del agua caliente

8. Rodéate de plantas

El agua, al evaporarse, hace bajar la temperatura del ambiente. Aprovecha este recurso que te da la naturaleza y, si tienes terraza o jardín, te ayudará a reducir la temperatura un par de grados. Utilizar especies adaptadas a la climatología del lugar permitirá no consumir agua de riego en exceso.

Si tu vivienda no dispone de un espacio amplio en el exterior que sea posible remojar, una solución puede ser colocar plantas y maceteros en las ventanas, que al absorber los rayos del sol crean una película de frescor que el aire esparcirá por la estancia en la que se encuentre. Como observación, las plantas con flores transpiran más por sus hojas que las que no las tienen.

Plantas en el hogar

9. Mejora el aislamiento en paredes y techos

Tener un buen aislamiento en paredes y techo puede llegar a reducir más de un 30% los gastos en refrigeración. Para asegurarte de que el calor no entra por estas partes de tu hogar, aplica materiales aislantes de la forma más adecuada a cada situación. En el mercado hay una gran variedad de soluciones, desde las más sencillas, como fachadas ventiladas: un sistema de doble hoja cuyas capas están separadas por material aislante y una cámara de aire que protegen el interior de las altas temperaturas, que además reduce los puentes térmicos. Déjate asesorar por un técnico calificado, que te pondrá la mejor solución teniendo en cuenta la ubicación de la casa, su orientación y tamaño.

Mejor aislamiento en paredes y techo

10. Decora para el verano

Detalles como los muebles. los colores de las paredes o los sofás pueden influir mucho en la sensación térmica de una vivienda. Por ejemplo, los muebles de madera ayudan a regular la humedad de las habitaciones. Si tienes alfombras, es recomendable retirarlas en verano, y cambia las fibras sintéticas por las vegetales, que absorben mejor la humedad y el calor.

Decoración para el verano

Deja un comentario